jueves, 4 de junio de 2009

MDM

¿Qué características debe tener un Material didáctico Multimedia (MDM) de calidad?



En primer lugar para poder responder a la interrogante que debería tener un material didáctico multimedia de calidad debemos saber que es un MDM.

Los MDM son materiales de aprendizaje que se conciben y se elaboran con una lógica diferente a los otros materiales. Incorporan y relacionan la imagen, el sonido, el video, el texto y los electos telemáticos informan de recursos para el aprendizaje, creando así el máximo desconectividad y de interactividad.

En tanto que materiales interactivos, los MDM permiten romper con la secuencialidad propia de otros soportes que defienden una posición más conductitas de la educación, para dirigirse hacia la visión más constructivita que permite que el estudiante, además de asimilar y desarrollar unos conocimientos y unas habilidades, sea capaz de aprender a aprender, de pensar y de aprovechar cualquier experiencia formativa a lo largote la vida.

Aun partiendo de este enfoque general, los materiales de aprendizaje de una institución educativa on-line deben darre4spuestasa una gran diversidad de necesidades que obligan a conjugar posconceptos aparentes contradictorios: flexibilidad y estandarización. Veámoslos en los siguientes puntos que para mí lo manifiestan los materiales flexibles y los materiales estándares:


Materiales flexibles.
Por que tienen en cuenta las diferentes maneras de aprendizaje según las didácticas especificas de cada curso o asignatura y según el tipo reobjetivos de aprendizaje que el estudiante tenga que alcanzar.
Porque incorporan una gran variedad de recursos para satisfacer los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes.
Porque son interactivos, multimedia y modulares y permiten al estudiante acceder a la información de manera no secuencial y recibir el contenido medio diferente.


Materiales estándares.

Para garantizar unos niveles de calidad homogéneos y ofrecer unimisma metodología y marcar institucional.
Para optimizar los procesos de diseño, creación y edición en un contexto de demanda creciente en cada período que ofrecemos un curso.
Para compartir contenidos y recursos entre distintas materias.


Considero que los materiales multimedia deben cumplir una serie de normativas específicas o estándares de valoración concretos que nos van a permitir verificar si es certera su valoración como aplicaciones de carácter eficaz. En el presente artículo, al hablar de calidad global de las aplicaciones multimedia la he abordado desde tres ámbitos: el técnico-estético, el pedagógico y el funcional.

La atracción de un material reside, en gran medida, en su entorno comunicativo; por este motivo, debo tener en consideración que el diseño de las pantallas sea claro y atractivo, la calidad técnica y estética de sus componentes sea óptima, los elementos multimedia sean los necesarios e imprescindibles y estén dotados de calidad, la integración de los medios sea correcta, etc. En definitiva, resulta inevitable disponer de una interfaz intuitiva, estética, sencilla, orientadora, consistente, adaptada al nivel y edad del alumnado y accesible para todos. Los sistemas de navegación tienen que promover una movilidad óptima y clara a la hora de aplicar y acceder a los diversos elementos del material, permitiendo que el interesado sepa en todo momento dónde está y de qué modo puede conectar con otras partes de la aplicación. A su vez, la forma de gestionar las interacciones con los destinatarios debe permitir la valoración de las respuestas de éstos, respondiendo adecuada y eficazmente a sus acciones.

El contenido del material deberá ser significativo, relevante, actualizado, organizado y adecuado respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje al cual va unido y a los alumnos a los cuales se dirige. Se requiere también que haya sido revisado. Doy por sentado que un buen material debe carecer de faltas ortográficas, sintácticas y morfológicas; también presuponemos que los datos que ofrezca deben ser objetivos y estar contrastados. Considerando las premisas anteriores, si la información que presentamos a los destinatarios es considerable, debemos fragmentarla de manera que no se pierda la visión global de la temática abordada y se facilite su manejo. Resulta imprescindible que el material despierte la curiosidad y mantenga el interés del público al que va encaminado, de cara a fomentar aprendizajes significativos relacionados con sus conocimientos previos (es interesante que los docentes también se vean atraídos hacia el material). En ningún momento la aplicación debe llegar a producir situaciones de ansiedad o provocar que los elementos lúdicos actúen como distractores en la adquisición de los aprendizajes.

Debo tener siempre muy en cuenta las características de los alumnos a los que va dirigida la aplicación y los progresos que éstos puedan llevar a cabo mediante la utilización de la misma. La adecuación debe hallarse presente tanto en los contenidos, como en las actividades y en el entorno de comunicación. El objetivo perseguido tiene que tender a potenciar un acceso del material para todos, promoviendo el trabajo autónomo, riguroso y metódico de cada discente.

Es conveniente que los materiales proporcionen variadas actividades y potentes recursos didácticos con el fin de tratar un mismo contenido. El material utilizado debe permitir a los destinatarios: actuar con libertad pero guiando de forma personalizada el aprendizaje en todo momento, intentar involucrar al alumno en su propio proceso de aprendizaje de forma activa y significativa propiciando a su vez, la interacción con sus compañeros y con el propio programa de manera “inteligente” y proporcionar herramientas cognitivas para el máximo uso del potencial del aprendizaje del alumno, estimulando el desarrollo de habilidades metacognitivas y estrategias de aprendizaje. Una correcta adecuación de las actividades y de los diversos recursos didácticos se hace imprescindible si se desean desarrollar habilidades y competencias dentro del proceso didáctico sin perder de vista, en ningún momento, los objetivos preestablecidos.

El material tendría que permitir abolir aquellos trabajos repetitivos, monótonos y rutinarios realizados por el docente, permitiéndole dedicarse a estimular el desarrollo de las facultades cognitivas superiores en sus alumnos. La aplicación debería informar tanto a los alumnos como a los docentes de los progresos realizados por los primeros, presentando, si fuese necesario, refuerzos adecuados o actividades con diferentes niveles de complejidad. Resulta primordial que el material fomente una evaluación formativa dentro de los procesos de aprendizaje que promueve. La aplicación debe ser ante todo eficaz es decir, tiene que conseguir alcanzar los objetivos para los que ha sido diseñada; dichos objetivos de aprendizaje deben ser relevantes y coherentes, además de encontrarse debidamente explicitados.

El usuario tiene que ser plenamente consciente de los propósitos vinculados al uso del material para ello, los objetivos se deben anticipar de este modo, el discente podrá orientar su aprendizaje desde la primera toma de contacto con la aplicación. Consideramos de gran valía que las actividades de los materiales faciliten aprendizajes significativos y transferibles a otras situaciones a través de una continua actividad mental (siempre en consonancia con la naturaleza del aprendizaje perseguido). La selección de contenidos próximos a la realidad diaria de los destinatarios constituye una premisa fundamental que todo material debe cumplir (este hecho les dotará de una relevancia e interés especial). A su vez, la adopción de un enfoque pedagógico actual en la discriminación de la documentación de la aplicación favorecerá un uso más adecuado y eficaz de la misma por parte del alumno.

La adaptación del material multimedia a diversos contextos constituye una condición fundamental. La propuesta multimedia deber ser fácilmente integrable con otros medios didácticos y dentro de los diferentes contextos formativos, adaptándose, con facilidad, a diversos entornos, usuarios o estrategias didácticas. Abogamos por unas aplicaciones programables, abiertas, que incluyan sistemas de evaluación y seguimiento, que favorezcan la continuación de los trabajos empezados en otro momento y que promuevan la utilización de materiales diversos así como, la realización de actividades complementarias y que presenten una relación inversión/eficacia elevada. Con el fin de conseguir abarcar los enunciados anteriores, se hace necesario que: los materiales resulten fáciles de usar, posean un carácter multilingüe, vengan acompañados de una guía de uso o manual (que contenga información sobre: características técnicas, proceso de instalación y desinstalación, manejo del programa, etc.)

María José Gallardo Gutiérrez.

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